10 AÑOS DE PRISIÓN PODRÍA SER CONDENADO MIEMBRO DE LA FUERZA AÉREA, QUE AGREDIÓ Y AMENAZÓ CON SU ARMA A UN AGENTE DE LA DIGESET
Rep. Dominicana.- Según se aprecia en un video colgado en las redes sociales, firmado por un conductor, mientras se desplazaba en la intersección de las avenidas Abraham Lincoln esq. Gustavo Mejía Ricart este Martes 15 de Diciembre 2020, se ve una agresión cometida contra un agente de la Digesett por parte del conductor de un minibús pequeño, que luego de pararse en una zona restringida de la intersección, se desmonta de forma agresiva, vociferando varias palabras hasta ahora desconocidas y posteriormente le propina una bofetada en la cara al agente, luego procede a sacar lo que parece un arma de fuego y con la misma amenaza al agente, posteriormente se monta en su vehículo y con el mismo en marcha intenta arrollar al agente, no logrando su cometido y posteriormente emprende la huida, lo que genera que varios agentes le den seguimiento hasta detenerlo y procedieron a fiscalizar.
Consultado el abogado Amadeo Peralta, sobre estos hechos, considero que los agentes de la Digesett, debieron proceder a desarmar y arrestar al infractor, que fue detenido a poca distancia mientras emprendía la huida luego de cometer el hecho y proceder junto a los demás miembros de la Policía Nacional a levantar acta de flagrancia, por el delito de rebelión contra la autoridad, amenazas e intento de homicidio contra el agente de la Digesett, conducirlo al destacamento policial del Ensanche. Naco, informar a la Fuerza Aérea, de la ocurrencia de los hechos y que la fiscalía proceda a solicitarle medidas de coerción por los delitos atribuidos independientemente de la fiscalización, porque lo que se ve en el video son hechos muy graves, que no se subsanan con una simple multa de tránsito.
Por este hecho la Digesett, procedió a identificar como el autor de los hechos al Sargento de la Fuerza Aérea Dominicana, ELÍAS SOLANO PEREZ, carnet No. 0039384, al cual al momento de su detención también le fue impuesta una multa.
En consideración del abogado Amadeo Peralta, el Sargento ELIAS SOLANO PEREZ, podría enfrentar una pena de hasta 10 años de prisión, por los hechos cometidos, siempre y cuando la institución como tal, o el agente agredido presenten querella, con constitución en actor civil por violación a los artículos 2, 209, 212, 230, 309, párrafo 3 y 295 del código penal dominicano, que castigan los actos de rebelión contra la autoridad, mientras se encuentran en el ejercicio de sus funciones, amenazas, golpes, e intento de homicidio.
Una vez presentada querella y como ya se trata de un sometimiento fuera de la flagrancia, el ministerio público, debe solicitar al sistema 911, copias certificadas de los videos de las cámaras de seguridad de esa intersección, reunir los testimonios de los agentes actuantes, así como de cualquier otro testigo presencial, solicitar orden de arresto, contra el agresor, y desde que concluya la investigación que debe ser ordenada por el departamento de asuntos internos de la FAD, suspenderlo de sus funciones y remitirlo bajo custodia al ministerio público y formalizar su apresamiento y solicitarles las medidas de coerción previstas en el acápite 7, del Artículo 226 del código procesal penal, que se refiere a la prisión preventiva y posteriormente proceder a depositar acusación, por los hechos atribuidos.
El abogado Amadeo Peralta, confirma que según lo dispone el Artículo 282 de la ley 63-17, sobre tránsito y movilidad, Las sanciones establecidas en esta ley no excluyen la responsabilidad civil y penal a que hubiere lugar en razón de la comisión del hecho. Por eso no basta con fiscalizar a un infractor por violar la ley de tránsito, si no también someterlo a la justicia por los actos de violencias y amenazas ejercidos y que pusieron en riesgo la vida del agente en varias ocasiones mientras se desarrollaban los hechos y agrega también que la conducta del agresor pudo haber sido peor si el hecho fuera contra cualquier ciudadano civil y común ya que el irrespeto manifestado a la autoridad que tiene el agente en el ejercicio de sus funciones se pasó de los límites de la razonabilidad y cualquier ciudadano estuviera en peligro frente a un león de esa magnitud, cuya conducta no puede pasar desapercibida.