Especialistas recomiendan priorizar salud integral y nivelación de aprendizajes en primeros meses del regreso a clases
Santo Domingo. A fin de contribuir y traer una mayor claridad sobre el panorama del retorno presencial a las escuelas este 20 de septiembre, la organización de ayuda humanitaria World Vision reunió a un grupo de especialistas del sector educativo para debatir y compartir recomendaciones sobre las brechas, desafíos y emociones referentes al inicio de este año escolar, vinculando las necesidades de todos los actores de la comunidad educativa.
Este panel, que incluyo la perspectiva y necesidades de los estudiantes, padres, madres, docentes y administradores de centros, trajo una mirada hacia la priorización y trabajo de las necesidades socioemocionales y físicas (tanto del alumnado como de los maestros) en los primeros meses de este retorno, así como con un proceso de nivelación del aprendizaje, para apoyar a la disminución de lagunas psicosociales y académicas producto de la pandemia.
Dinorah García Romero, rectora del Instituto Superior Pedro Poveda y ex asesora del Consejo Nacional de Educación; Pedro Acevedo, coordinador del Foro Socioeducativo y director del Centro De La Salle; Keyla Beras, docente y directora de un centro escolar en El Seibo; y Gabriela Porrello, presidenta del colectivo de padres por la presencialidad; presentaron su perspectiva sobre cómo vislumbran este periodo 2021-2022.
“Hay que tener en cuenta el contexto con el que regresan estos estudiantes y los docentes, qué ha pasado en sus familias en este tiempo, cuantos miembros ya no están producto de la pandemia, cuánto están sufriendo sus efectos. Todos estos factores afectan en este proceso de presencialidad”, explica Dinorah García, doctora en Psicología de Educación y Desarrollo Humano.
A lo que Gabriela Porrillo, de PPEP.RD, agregó la importancia de la autonomía que deben desarrollar los centros educativos, a fin de adaptar los protocolos y planes de nivelación, partiendo de las necesidades de su contexto, debido a que cada recinto y su comunidad tiene requerimientos distintos según sus problemáticas y carencias.
Otro aporte que sugiere es abrir la conversación y compartir buenas prácticas entre centros, ya que algunos colegios privados ya cuentan con la experiencia de clases presenciales en tiempo de COVID, lo cual hace prioritario aprender sobre lo que funciona, lo que no, y cómo puede mejorarse.
Recomendaciones claves
No trabajar la parte socioemocional en la escuelas y colegios representa un alto riesgo de aumento de violencia escolar, no sólo para el estudiante sino también para el docente que viene con cambios y necesidades específicas; por lo cual requiere de todo un plan de abordaje para lograrlo, enfatiza Bianny Matos, asesora nacional de Educación de World Vision.
Otras recomendaciones compartidas en el panel fue optimizar la participación de las artes dentro de la curricula académica, a fin de impulsar el aprendizaje; así como tener la autonomía de adaptar el programa escolar y protocolos -entregados por el Ministerio de Educación– a las necesidades de sus grupos.
La maestra Keyla Beras añadió que, más allá del cuidado con los kits que higiene que estará dotando el Estado, es esencial que los docentes tengan ese espacio con las familias para integrarlos en este proceso de autocuidado, a fin que puedan guiar a los niños de cómo mantenerse protegidos y mantener el vínculo con sus compañeros de clase.
Para concluir, el presidente del foro socioeducativo dominicano, Pedro Acevedo, puntualizó en la necesidad de ir más allá de los protocolos establecidos; en la adaptabilidad y disponibilidad acorde a la de los recursos que se tienen (pedagógicos, psicológicos, emocionales; en mantener la flexibilidad y paciencia en este contexto cambiante; en apoyar y cuidar la autoestima del docente; así como dejarse acompañar de los equipos de psicología de los centros, a fin de hacer frente y superar la situación existente.
World Vision es una organización internacional cristiana que trabaja por el bienestar, la protección y educación de la niñez en zonas vulnerables, la cual lleva 32 años de labor continua en comunidades frágiles de República Dominicana
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